Cada día enfrentamos la lucha entre la carne y el Espíritu, porque cuando hemos probado un poquito de Dios, nos volvemos sedientos y hambrientos de seguir recibiendo más de Él.
Esa lucha en la cual la carne tiene una presencia muy fuerte, trabajando en nosotros con tantos aliados como el temor, las tentaciones, el pecado…… y cuando abrimos una pequeña rendija se enfoca que nos suceda como le sucedió a Israel, quienes después de haber sido liberados de Egipto de maneras espectaculares, pronto olvidaron como Dios los sacó, y a pesar de que los acompañó durante su trayecto a través del desierto, les faltó valor para poseer la Tierra Prometida, se olvidaron del Dios vivo que estaba con ellos y sin darse cuenta confiaron en sus propias habilidades, que resultaron inadecuadas y con muchas limitaciones.
Ayúdame Señor a no olvidar tus hazañas tan personalizadas en mi vida y a cimentar mi fe en las palabras que pusiste en labios de Moisés antes de cruzar el mar, esas palabras que nos dicen que no temamos y que permanezcamos firmes, que veremos tus obras, veremos como nos rescatas cada día y como te haces cargo de todos esos egipcios que nos persiguen, que solo miraremos y que nunca más los volveremos a ver.
¡GRACIAS AMADO PADRE!
PIEDRAS PARA NUESTRO ALTAR
En el capítulo 4 del libro de Josué, Dios da una indicación a Josué de que nombre a 12 hombres, uno por cada tribu, para que estando el Arca en medio del río Jordán sobre tierra seca, para que recogieran 12 piedras y cuando salieran del río las colocaran como un altar para recordar como Dios, siempre presente, los había conducido hacia la Tierra Prometida y que ese testimonio sirviera para generaciones futuras.
Todos hemos pasado por aguas, a veces aceptablemente tranquilas pero en ocasiones sumamente turbulentas, pero gracias a Dios que siempre nos acompaña, ¡hemos pasado!
Pienso que también nosotro al recordar como Dios ha intervenido en cada situación, podemos tomar esa roca que representa el recuerdo de su acción en nuestra vida.
Ayúdame Señor a abrazar cualquier roca, llevarla con tu guía y no temer recordar esos momentos difíciles, de malas decisiones, de acciones equivocadas, de pecado. Sino más bien que sean una roca viviente en nuestro altar, donde tu gran e infinita Misericordia se ha manifestado, y que sea la seguridad de que seguirá manifestándose.
¡GRACIAS SEÑOR!
MUJERES Y CONCUBINAS
Leyendo un pasaje que habla de las grandezas del rey Salomón, me detengo en una parte que dice que se casó con mujeres de otras religiones que lo desviaron de su camino.
I de Reyes 11, 3 «Y tuvo 700 mujeres que eran princesas y 30 concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón. Porque cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por completo al Señor su Dios, como había estado el corazón de David su padre».
Muchas veces, juzgué, y hoy me arrepiento, y lo etiqueté de tonto, porque ante todo lo que tenía, la relación que tenía con Dios, era lo mejor de su vida, era algo insuperable, era algo que lo llenaba todo. Soberbiamente afirmé que era algo que yo no permitiría que pasara, que no me alejaría del camino de mi Señor, juzgué de como era posible ser tan desagradecido….
¡qué lejos y soberbiamente ciega estaba!
Hoy gracias al Señor Espíritu Santo, que no se cansa de mí, comprendo que yo también hago espacio en mi corazón para esas mujeres, para esas concubinas cuando invito a la complacencia temporal de mis pasiones, cuando abro rendijas donde la concupiscencia entra en todo su esplendor y me rindo excusándome en mis debilidades.
Ayúdame Señor Espíritu Santo, a resistir, a huir de esos momentos de tentación, a no dar lugar al inicio de un diálogo en donde llevo todas las de perder a no desviar mi corazón de Tí, y si caigo Señor, sabiendo de tu inmenso amor y tu infinita misericordi que es nueva cada, tomarme de tu mano siempre extendida, ponerme de pié y decir «una vez más Señor, porque Tú lo dices».
SIEMPRE PRESENTE
FB MEYER.
GRACIAS SAN PABLO
En algunas epístolas de San Pablo, leo que pide que oremos para que el mensaje que él predica, logre expandirse, logre llegar a donde tiene que llegar, que puertas se abran……
No estás frente a mí San Pablo y dejaste de existir físicamente en esta tierra desde hace mucho tiempo atrás, en un momento sentí una pequeña tristeza de no estar presente ante esa petición de orar por tí. Pero ese impedimento existía por utilizar mi entendimiento humano que es muy limitado y, gracias al Señor Espíritu Santo, que no se cansa de mí, ví como tu mensaje sigue llegando a tantas partes del mundo, al igual que la palabra de Dios, es un mensaje vivo, y comprendí que en mi presente puedo seguir orando para que ese mensaje siga caminando, atravesando barreras, ideologías, geografía y todo lo que pueda ser un impedimento para que tu mensaje siga caminando.
Gracias San Pablo porque también a través de recordar tus padecimientos: hambre, sed, frío, traición, azotes, desprecio, naufragios en las profundidades del mar….puedo encontrar pilares en mi diario caminar para seguir firme, para soportar aunque sea un poquito cualquier adversidad.
¡GRACIAS AMADO DIOS! que gran regalo nos diste al haber escogido a San Pablo para hacernos llegar el mensaje del Evangelio y despertar en nosotros esa sed por Tí.
ORACION
YouVersion BIBLE APP
LA TRANSFIGURACION DE JESUS
Este día al llegar al cuarto misterio de la luz : La Transfiguración de Jesús» vino como una pequeña respuesta a mi pregunta frecuente del porqué se transfiguró el Señor.
Siendo Dios en toda su forma humana, posiblemente, tenía asuntos que tratar de manera muy personal con Elías y con Moisés. Y pienso que de esa manera, quedó claro que en esta tierra se manifestó con todo su esplendor humano. Me hizo reafirmar mi agradecimiento que siendo Dios, guardó su divinidad en un cuerpo humano desde su nacimiento hasta su muerte; y eso, es un tapón en la boca de todo aquel que dice, que Él soportó todo lo que padeció porque era Dios. Sí efectivamente Jesús es Dios,pero debemos tener muy claro que aquí en la tierra fue cien por ciento hombre, que tuvo hambre, sed, sufrió persecución y traición, tuvo que moverse de lugar para evitar el daño que se le quería hacer, lloró ante la pérdida de un amigo, sintió tristeza de muerte y cualquier otra situación por la que estemos pasando, Él la atravesó primero.
No hay excusa, Él mismo nos dice que venció el mundo. ¿Y cómo lo hizo?….en su condición humana.
Entonces si Él hubiera caminado entre nosotros como Dios, ese brillo que contemplaron los apóstoles que lo acompañaron, hubiera estado presente en su vida terrenal. Lo hubiéramos reconocido adorado guiados por lo que nuestros ojos físicos hubieran visto.
Talvés por eso también les advirtió a Juan, Pedro y Santiago que no comentaran el evento hasta que Él hubiera padecido, porque quizás no estábamos preparados para esa confirmación de que es verdadero Dios y verdadero Hombre.
NACER DE NUEVO
«De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de los cielos». Jn 3,3
Al nacer de nuevo y dejando atrás todo lo que nos ata a las satisfacciones momentáneas de nuestras pasiones, cortando los vínculos que nos atan a la carne, es cuando comenzamos una lucha diaria entre nuestro espíritu y la carne.
Naciendo de nuevo y apoyados en el Espíritu Santo, porque solos no podemos enfrentar esta batalla de todos los día, comenzamos a detestar todo aquello que en un tiempo hicimos sin sentir el más mínimo remordimiento, actuábamos de la manera más normal…..pero ahora, al nacer de nuevo logramos ver esa sutil separación entre el bien y el mal, nos alistamos cada día con la artillería espiritual con la que el Señor nos va fortaleciendo, nos ponemos la armadura de Dios para enfrentar y resistir el día malo.
No habiendo nacido de nuevo no podemos anhelar ese otro camino, el camino verdadero, que carnalmente no podemos ver y mucho menos anhelar.
Acompáñame Señor Espíritu Santo es esta batalla diaria entre el espíritu y la carne.
INTERCESION
Dios en su inmenso Amor y en su infinita Misericordia que es nueva cada día, nos ha rodeado de una intercesión viva que nos acompaña cada día, una intercesión que nos rodea que nos viste por completo.
Imagino al Señor Jesús en mi barca, como cuando iba con sus discípulos y atravesaron una fuerte tormenta y me doy cuenta que ese Jesús en su forma humana va conmigo en mi barquita, ese Jesús humano que conoció la traición, que lloró ante la muerte de un amigo, que sintió una tristeza de muerte, que sintió hambre, enojo, descontento, desconsuelo y experimentó la mismísima muerte a la que venció……ese Jesús es el que ya se hizo cargo de todas y cada una de mis tormentas y que en su forma humana intercede ante el Padre en su condición humana.
También el Señor Espíritu Santo, intercede ante el Padre con sonidos intangibles, presentando lo que hay en nosotros que no tiene traducción en palabra humana, intercede por lo que ni siquiera nosotros somos consientes de que llevamos.
Entonces qué belleza sabernos protegidos de todas maneras y en todas formas, por dentro, por fuera, por lo que vemos, por lo que no vemos……..
Tenemos una intercesión viva y constante que cubre cualquier aspecto de nuestra naturaleza.
¡GRACIAS AMADO PADRE!
PASO A PASITO
Ante la frecuente caída que he experimentado en mi lucha por resistir a los alimentos prohibidos por ser diabética y la caída frecuente a controlar los tamaños de mis porciones, uno de estos días le pregunté al Señor que más necesito hacer, no entendía el porqué algunas veces presentaba fuerte resistencia, cuando otras ni me acordaba de toda la artillería espiritual que mi Padre me ha entregado.
De verdad que por un momento estuve a punto de abrir la rendija para que el diablo una vez se adueñara de mi voluntad haciéndome creer que siempre sería igual, que nunca cambiaría, que Dios un día se cansaría de mí.
Pero una vez más el Espíritu Santo, que no se cansa de mí, me recordó que en mi resistencia tengo que ir un día a la vez, y en cada día debo ir paso a pasito. Que no solamente debo resistir sino que también me debo alejar. Una vez escuché en un sermón del Dr. David Jeremiah que la mejor arma para huir de la tentación es tener un par de Adidas.
Llevo dos días probando este nuevo armamento y he disfrutado mucho el darme cuenta del pasito que logro superar, gracias a la fuerza del Espíritu Santo y de agradecer la bendición de verlo actuar en mi vida.
GRACIAS SEÑOR