ESTAD QUIETOS

«Estad quietos y conoced que Yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra» Sl 46, 10

Sabemos quien es Dios, pero posiblemente no lo conocemos. Al inicio del versículo 10 del Salmo 46, claramente Dios nos indica que para conocerlo debemos estar quietos.

¿Qué significa estar quietos? según traducciones de algunos diccionarios es un adjetivo que significa que no nos movemos, que estamos inmóviles, en reposo.

Quieto en el sentido bíblico es detenerse, dejar de luchar y rendirnos ante nuestro amadísimo Padre para quien nada es imposible.

Al seguir la recomendación del Señor y dejar de luchar por solventar nuestras necesidades, al dejar de luchar por alcanzar nuestros deseos y sueños tratando de hacerlo solos con nuestros propios recursos, es cuando entregando la tentación de confiar en nuestro propio proceder y dejarlo a Él ser Dios en nuestra vida, es como aprendemos a conocerlo.
No es que algún día completemos esta tarea, pero es una tarea que al permanecer quietos, dejamos a Dios actuar y mostrar su OMNIPOTENCIA, su OMNISCIENCIA y su OMNIPRESENCIA y al ir haciendo nuestro ejercicio diario de quietud, un poquito más cada día, aprenderemos a descansar en el cuidado que nuestro Padre tiene por nosotros. Aprenderemos que confiamos en un Dios para quien nada es imposible, que resucita a los muertos y trae a existir lo que no existe.
Aprendemos a confiar en un Dios que nos ama, que es nuestro Creador, nuestro Padre y sobre todo, que es un Dios que TIENE EL CONTROL DE TODO.


















TODOS TENEMOS UN PUESTO EN EL PLAN DE DIOS

En el hermoso y poderoso HÁGASE de Dios, todos venimos a existir y como dice en su palabra, Él escogió con exactitud un tiempo y un espacio para cada uno de nosotros.

Muchas veces, por no decir la mayoría de las veces, etiquetamos a las personas con nuestros propios criterios, atendiendo a lo que vemos superficialmente sin conocer sus corazones como los conoce Dios. Pero en su palabra me doy cuenta de que todos somos parte de su Plan y estamos presentes en sus propósitos.

Recuerdo solo algunos ejemplos, que fueron parte de situaciones difíciles e incomprensibles como el caso de Senaquerib al querer invadir el Templo, fue detenido por el Ángel del Señor a escasos pasos de atacar, cómo de repente algunos pueblos decidieron invadir al rey Josafat sin motivo alguno, y Dios se hizo cargo de esa batalla, la acción de Rahab quien no había podido llevar una vida más decente, el emperador romano quien exigió el empadronamiento de los israelitas en la ciudad a donde pertenecían y que hizo que José y María se dirigieran a Belén justo en el momento preciso para recibir a Dios en su presencia humana……..y así cada vez que leo la Palabra de mi Padre amado, voy incrementando esta lista y recuerdo también algo que dice que no hay que decir, ¿por qué esto? ¿por qué aquello? ¡esto es malo!: porque Él mismo afirma que todo en su debido momento tiene su razón de ser. Y encuentro gran bendición que después de cada situación hubo el propósito divino de mostrarse en todo su esplendor.

Todo y todos tenemos un propósito divino en el Plan de Dios, nada se mueve sin que Él no lo permita, si por algún motivo estamos atravesando algo que no entendemos, algo que altera nuestra paz o si por alguna razón hemos abierto la puerta al pecado, no dudemos del inmenso amor de Dios, de su infinita Misericordia que es nueva cada día y levantémonos tomando su Mano siempre extendida, pongámonos en pie y digamos con certeza, así como lo dijo Pedro cuando el Señor lo invitó a volver a tirar sus redes: «una vez más Señor porque tu lo dices»


























CALMAS MIS TORMENTAS

Meditando en las dos ocasiones en que el Señor Jesús calmó la tormenta, aprendo, gracias al Espíritu Santo, que no se cansa de mí, que en una de las ocasiones, Él no estaba físicamente en la barca, pero estaba pendiente de mí, se acercó, se subió y calmó la tempestad. ¿Qué me dice de manera muy personal? que lo único que necesito hacer es esperar en Él, confiar en Él y tener mi vista en su rostro, en el rostro del eterno YO SOY. Porque antes de subirse a mi barca se identifica y dice «no teman SOY YO».

En la otra ocasión va en la barca cuando se desata un tempestad, atiende nuestra desesperación, comprende nuestro miedo, se levanta y calma una vez más la tempestad, ¿Qué me dice de manera muy personal? que siempre va a mi lado, que su presencia física de verdadero Dios y verdadero Hombre, va en mi barca. Y que en esta ocasión en su condición de hombre conoce sentimientos de soledad, de ansiedad, de tristeza, de dolor, de traición…….y que está dispuesto a enfrentar cualquier tormenta por mí y junto a mí.
¿Y por qué permite que atraviese por una tormenta? para enseñarme que Él ya se hizo cargo de cualquier tormenta desde la eternidad y si permite que yo la atraviese, es para enseñarme que Él va conmigo, es para que al verle solventar la tormenta, es para sacudir el polvo que ha envuelto mi fé y para recibir mi próxima dosis de fé.
También me doy cuenta de que si utilizo mi barca, es para ir hacia otra orilla, es para lanzar mis redes y obtener mi pesca del día, y con Él en mi barca, con seguridad llegaré a la otra orilla y recogeré mis redes con la bendición de la pesca de cada día.

Jesús va con nosotros, no temamos, y si no podemos evitar el sentir temor, cerremos los ojos y agarremos con fuerza su manto.

RIQUEZA ESPIRITUAL

«Una de tantas riquezas espirituales con las que contamos es esa profunda paz y gozo con los que podemos y somos capaces de soportar cualquier cosa.

La paz es parte del fruto espiritual que obtenemos al confiar en Jesús, es una serenidad que sobrepasa todo entendimiento». CHARLES STANLEY

Ef 4, 6-7
«Por nada estéis afanosos; más bien en toda ocasión y ruego con acción de gracias, sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús».

UNA ESCALERA

«Cada vez que oramos se abre una escalera entre nuestro corazón y el cielo, cada palabra que susurramos sube, y la Gracia que necesitamos baja; nuestra alabanza sube, su paz desciende; nuestras preguntas suben, su Sabiduría desciende: nuestra hambre sube, su Espíritu nos sacia.

La oración no es una calle de un solo sentido, es un intercambio sagrado. No subimos solos, Dios es la escalera».

Publicado en UN MILAGRO CADA DIA por Eric Célérier fragmento extraído del capítulo 20 de CONVIERTETE EN UNA CASA DE ORACION.

PROVISION PARA CUALQUIER NECESIDAD MUCHO ANTES DE QUE EXISTA

«Dios conoce las cargas de nuestro corazón antes de que nos acerquemos a ÉL en oración. Pero nos invita a desahogarnos ante ÉL para tener un momento íntimo con Él. No le informamos nada a Dios. Cuando oramos, respondemos a su invitación a recibir su seguridad y amor mediante la oración.

Al orar tengamos la seguridad de que Dios ya conoce nuestras necesidades.

Que nuestro tiempo de oración sea un momento íntimo de compartir comunión con ÉL».

DAVID JEREMIAH

OFRENDA PERSONAL

En la primera carta de Samuel, 1 Sam 15, 22 el Señor nos enseña que el obedecerle es más valioso que cualquier sacrificio, lo que nos enseña que Él está interesado en que estemos dispuestos a entregarnos a su voluntad, aún cuando esto implica renunciar a deseos personales.

También pienso, de manera muy personal, que muchas veces pensamos que a través de nuestras acciones pensamos que podemos mejorar la voluntad de Dios, Saúl decidió, además de no acabar con todos los amalecitas, como el Señor lo había ordenado, decidió usar el ganado para ofrecerlo en sacrificio al Señor. Muchas veces nuestra soberbia, nos hace pensar que podemos ser consejeros en lo planes del Señor y sin consultarle decidimos actuar, y lamentablemente tratamos de agradarle con algo que ni siquiera es nuestro, como el ganado que Saúl quiso ofrecer que le había pertenecido a otro pueblo.

Nuestra ofrenda al Señor debe de ser personal, por eso en su inmenso amor y su infinita misericordia nos da la oportunidad de a través de nuestra obediencia podamos mantener de ofrendarle de manera personal.

OLVIDO

Cada día enfrentamos la lucha entre la carne y el Espíritu, porque cuando hemos probado un poquito de Dios, nos volvemos sedientos y hambrientos de seguir recibiendo más de Él.

Esa lucha en la cual la carne tiene una presencia muy fuerte, trabajando en nosotros con tantos aliados como el temor, las tentaciones, el pecado…… y cuando abrimos una pequeña rendija se enfoca que nos suceda como le sucedió a Israel, quienes después de haber sido liberados de Egipto de maneras espectaculares, pronto olvidaron como Dios los sacó, y a pesar de que los acompañó durante su trayecto a través del desierto, les faltó valor para poseer la Tierra Prometida, se olvidaron del Dios vivo que estaba con ellos y sin darse cuenta confiaron en sus propias habilidades, que resultaron inadecuadas y con muchas limitaciones.

Ayúdame Señor a no olvidar tus hazañas tan personalizadas en mi vida y a cimentar mi fe en las palabras que pusiste en labios de Moisés antes de cruzar el mar, esas palabras que nos dicen que no temamos y que permanezcamos firmes, que veremos tus obras, veremos como nos rescatas cada día y como te haces cargo de todos esos egipcios que nos persiguen, que solo miraremos y que nunca más los volveremos a ver.

¡GRACIAS AMADO PADRE!

PIEDRAS PARA NUESTRO ALTAR

En el capítulo 4 del libro de Josué, Dios da una indicación a Josué de que nombre a 12 hombres, uno por cada tribu, para que estando el Arca en medio del río Jordán sobre tierra seca, para que recogieran 12 piedras y cuando salieran del río las colocaran como un altar para recordar como Dios, siempre presente, los había conducido hacia la Tierra Prometida y que ese testimonio sirviera para generaciones futuras.

Todos hemos pasado por aguas, a veces aceptablemente tranquilas pero en ocasiones sumamente turbulentas, pero gracias a Dios que siempre nos acompaña, ¡hemos pasado!
Pienso que también nosotro al recordar como Dios ha intervenido en cada situación, podemos tomar esa roca que representa el recuerdo de su acción en nuestra vida.

Ayúdame Señor a abrazar cualquier roca, llevarla con tu guía y no temer recordar esos momentos difíciles, de malas decisiones, de acciones equivocadas, de pecado. Sino más bien que sean una roca viviente en nuestro altar, donde tu gran e infinita Misericordia se ha manifestado, y que sea la seguridad de que seguirá manifestándose.

¡GRACIAS SEÑOR!

MUJERES Y CONCUBINAS

Leyendo un pasaje que habla de las grandezas del rey Salomón, me detengo en una parte que dice que se casó con mujeres de otras religiones que lo desviaron de su camino.
I de Reyes 11, 3 «Y tuvo 700 mujeres que eran princesas y 30 concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón. Porque cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por completo al Señor su Dios, como había estado el corazón de David su padre».

Muchas veces, juzgué, y hoy me arrepiento, y lo etiqueté de tonto, porque ante todo lo que tenía, la relación que tenía con Dios, era lo mejor de su vida, era algo insuperable, era algo que lo llenaba todo. Soberbiamente afirmé que era algo que yo no permitiría que pasara, que no me alejaría del camino de mi Señor, juzgué de como era posible ser tan desagradecido….
¡qué lejos y soberbiamente ciega estaba!

Hoy gracias al Señor Espíritu Santo, que no se cansa de mí, comprendo que yo también hago espacio en mi corazón para esas mujeres, para esas concubinas cuando invito a la complacencia temporal de mis pasiones, cuando abro rendijas donde la concupiscencia entra en todo su esplendor y me rindo excusándome en mis debilidades.

Ayúdame Señor Espíritu Santo, a resistir, a huir de esos momentos de tentación, a no dar lugar al inicio de un diálogo en donde llevo todas las de perder a no desviar mi corazón de Tí, y si caigo Señor, sabiendo de tu inmenso amor y tu infinita misericordi que es nueva cada, tomarme de tu mano siempre extendida, ponerme de pié y decir «una vez más Señor, porque Tú lo dices».