En un versículo de la biblia, el Señor nos instruye que no hay que decir, ¿Porqué esto?, ¿Porqué aquello?, esto es bueno, esto es malo porque todo en su momento tiene su razón de ser.
Hay tantos encuentros con situaciones verdaderamente difíciles en nuestro caminar, así como también el toparnos con personas que nos hacen la vida de cuadritos, no sabemos lo que los lleva a actuar de determinadas maneras con nosotros, muchas veces ni los conocemos, no presentamos ningún tipo de peligro en su desarrollo principalmente en el trabajo. Sin ningún motivo nos ponen la viñeta de «cuidado», de «haga lo posible por deshacerse de esta persona», nos etiquetan como alguien de quien tienen que alejarse pero sobre todo la etiqueta de «hay que hacer daño a esta persona».
En una situación en mi trabajo, del cual fui despedida, valga la aclaración, al irme dando cuenta de los acontecimientos pude vislumbrar hacia donde iba la situación y en varias ocasiones tube la intención de desenmascarar a los entonces mis enemigos. Pero gracias al Espíritu Santo que es un murmullo constante en mi, obedecí a su «no te muevas, no hagas nada», y sin entenderlo así fue llegando a la culminación de la situación cuando recibí la noticia de la suspensión de mi trabajo. No pienso entrar en mayores detalles porque lo que deseo recalcar, que lo que en un momento fue un baldazo de agua helada, hoy me permite de disfrutar la enorme bendición de haber recibido una provisión económica que el Señor hizo llegar a mí de manera sorprendente y que jamás hubiera podido imaginar, pero además de eso hoy gozo de esa paz que sobrepasa todo entendimiento y que guarda mi corazón y mi mente en Cristo Jesús, estoy aprendiendo a agradecer por mis limitaciones y mis debilidades a través que las cuales se manifiesta la grandeza de mi Señor.
Entonces recuerdo cómo las malas intenciones de aquel emperador romano que hizo que cada israelita se presentara en su pueblo natal para empadronarse, ¿con qué objetivo emitió este decreto? no lo sabemos a ciencia cierta pero seguramente fue movido con el deseo de enriquecer sus arcas con más impuestos……por lo que lo haya motivado el meollo del asunto hoy somos salvos gracias a que se cumplió una de tantas profecías que anunciaron el nacimiento en Belén de nuestro Señor Jesucristo; y es que Dios utiliza hasta el mal para sus propósitos, Él tiene el absoluto control de todo, trabaja todo en conjunto para nuestro bien, porque por eso nos dice que todo en su debido momento tiene su razón de ser.
GRACIAS AMADO PADRE