«El pueblo, estando en el desierto como hombres libres aún conservaban el pensamiento de esclavitud. El Señor busca quitar ese pensamiento que nos liga a este mundo y nos hace cautivos. Podemos ver que los pensamientos erróneos que tenían los israelitas en ese momento son los que las personas tienen en la actualidad: ¿Qué comeremos hoy y qué vestiremos?, son esos mismos que vuelven esclavos a los hombres, buscando una provisión que Dios ya nos ha entregado. Y, así como del cielo caía maná en el desierto que sustentaba al pueblo de Israel, hoy te dice el Señor: «Yo tengo todo lo que tú necesitas».
Roberto Steven Ojeda