Para alcanzar esa paz que sobrepasa todo entendimiento es necesario rendirnos a nuestro Padre, es poner en un canastito nuestra vida, nuestra mente, nuestra voluntad, nuestras emociones y ponerlo a los pies de nuestro Se帽or, sabiendo que 脡l tiene el control de absolutamente todo.
Dejemos a Dios ser Dios en nuestra vida. dejemos que tome el asiento del conductor. El sabe que es lo que est谩 haciendo.