«El «YO SOY», hace lo que el «yo no soy»no puede hacer».
Esta es una cita que leí, lamentablemente no recuerdo en donde, pero a medida que me adentraba en la lectura del artículo, comprendí que nuestras limitaciones son una cerca, como las que rodean áreas de nuestro jardín, para ser protegidas de la incursión de intrusos, de bichos aledaños, para proteger nuestro jardín, entonces nuestras limitaciones son como esa cerca que nos mantiene dentro de los caminos de nuestro Señor, nos protege de salirnos de la senda de la verdad, a quedar desprotegidos, expuestos a los ataques del enemigo.
Dios conoce cada una de nuestras limitaciones, nos guía a través de ellas, sólo tenemos que poner lo que nos toca poner confiando en que Él se encarga del resto.
A Dios no le sorprenden nuestras acciones, las conoce desde la eternidad, sabe donde flaqueamos, donde tropezamos, lo que hay en nuestros labios antes de pedirlo.
Así como leemos en el libro de Job, Dios nos enfrenta a lo que le tememos para salir victoriosos y con conocimiento de cómo actuar en una próxima vez.
Nos permite descender al fondo del pozo, solamente para enseñarnos que también está Él con su mano extendida para traernos nuevamente a la superficie.
¡GRACIAS AMADÍSIMO JESÚS!