Estando alertas cada día tenemos la oportunidad de tropezar con el Señor. A veces nos lo topamos situaciones llenas de gozo, otras veces en situaciones difíciles, situaciones asfixiantes… entonces, Dios que se presenta de maneras extraordinarias, sorprendentes y a través de su muy peculiar manera de actuar llega antes de desfallecer, y, al preguntarnos ¿por qué permite que atravesemos esa situación, si siempre nos rescata?, existen millones de respuestas a esta pregunta, pero hoy deseo compartir una de ellas, y es que a través de esas situaciones, y habiendo recibido el consuelo del Señor, tenemos la oportunidad de consolar a otros compartiendo nuestra experiencia personal. Podemos compartir el consuelo con el que fuimos consolados, podemos compartir con otros la Gloria de Dios en nuestras vidas.
Estemos atentos para llenarnos de esos maravillosos tropezones.
