UN ANCLA

«Tenemos un ancla que nos mantiene firmes sin importar cuán fuertes soplen los vientos de la adversidad: LA ESPERANZA.

Esta no es una esperanza de «ojalá no llueva mañana». Más bien:

– es un «ancla del alma, segura y firme», (Hebreos 6, 19),
– es una esperanza mejor que cualquier otra, traía por Cristo, (Hebreos 7,19),
– es un ancla ofrecida a todos, (Hebreos 6, 18),
– es un ancla basada en la fidelidad de Dios, (Hebreos 10, 23),
– es un ancla mediada por el Espíritu Santo».

DR. DAVID JEREMIAH
























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