En el libro de Josué en los capítulos 3 y 4 se describe el paso a través del río Jordán, siguiendo la indicación de Dios, Josué escogió a doce hombres, uno por cada tribu, para recoger doce piedras del área en donde se encontraba el Arca, mientras el pueblo pasaba, que serían utilizadas como un recuerdo cuando Dios dividió las aguas del Jordán, para que el pueblo pasara sin problema.
Nosotros también cada vez que tengamos la oportunidad de pasar ese río de incertidumbre, de temor, de avance….cuando pasemos a la otra orilla, no olvidemos de llevar nuestra roca a través de la cual estaremos conmemorando la presencia de Dios en cada situación, fortaleciéndonos en su presencia y en su espectacular manera de actuar, reforzando nuestra espera al recordar su propósito en cada momento de nuestra vida.
¡GRACIAS AMADO SEÑOR!
