Gracias Espíritu Santo porque eres ese murmullo constante dentro de mí; porque no te cansas de mí, porque me dices si camine hacia adelante o que retroceda o que permanezca quieta.
Gracias amado Señor porque has guiado mi deseo de leer la Biblia y me has ayudado a guardar en mi corazón versículos que siempre han existido y que llevan mi nombre, y es así como siempre me consuelas cuando la nube de la incertidumbre, del desaliento, la ansiedad, comienza a asomarse sobre mi cabeza; porque respondes al asomo de una duda o de la incertidumbre; porque fortaleces mi armadura dando valor a mi voluntad y alejando el temor; porque me instruyes, aconsejas y guías.
Todo lo haces guiándome al versículo específico para cada momento de mi vida.
¡GRACIAS ESPIRITU SANTO!
