SED COMO NIÑOS

Hoy deseo compartir una anécdota que escuché el Dr. David Jeremiah:


Una madre y su pequeño hijo, no especifica la edad, acababan de leer el pasaje en la Biblia que relata cuando el profeta Elías había huido de la persecución de la reina Jezabel.
Como Dios lo mantuvo a salvo, en descanso y cada día le mandaba alimento con la ayuda de los cuervos.
Era un invierno muy duro con escasez de comida por la que el niño y su madre estaban pasando y fue en ese preciso instante en que el niño al terminar su relato se dirigió hacia la puerta y la abrió.
El alcalde de aquella ciudad que había salido a verificar que todo estuviera bien, se sorprendió como en aquel cruel invierno, la puerta de una casa estuviera abierta. Fue hacia la casa, llamó a la puerta abierta y una madre sorprendida por la presencia del alcalde como también por el hecho de que la puerta de su casa estuviera abierta, dirigió su mirada al alcalde quien le preguntó porqué esa puerta estaba abierta ante la inclemencia del tiempo, a lo que ella tan sorprendida como él negó saber el motivo. Pero el niño que se encontraba al lado de la madre, le dijo presuroso al alcalde que era para que entraran los cuervos.
Ambos madre y alcalde no entendieron a lo que el niño procedió a relatar el pasaje que habían leído en la Biblia.
Después de un leve silencio, el alcalde les dijo ¨yo seré su cuervos a partir de este día¨.


Un niño cree todo cuanto se le dice, y aunque es defraudado sigue creyendo, aunque es maltratado vuelve a abrazar, no se cansa de esperar, de buscar, de amar.
Pidamos al Espíritu Santo que despierte en nosotros que nos bendiga con ese niño que mantendrá las puertas abiertas para los cuervos que el Señor dispone para nosotros.



































EL DIVINO HAGASE

Una de las especiales maneras de mantener viva la afirmación de que Dios tiene el control de todo, es recordar siempre la palabra h á g a s e.

Todo vino a ser a la orden del Padre de ¨hágase¨, y si meditamos en ese ¨hágase¨, todo existió, existe y existirá en su debido momento y lugar.

Dice en su Palabra que con exactitud escogió un lugar y puso límites para cada uno de notros. Y siendo la Omnipresencia uno de sus atributos, Él está ahorita tanto ante Moisés confirmando su ¨Yo Soy¨ también hubo un ¨Soy Yo¨ antes de subirse a la barca con los apóstoles y calmar la tempestad.

Dios siempre es, siempre está y se deja encontrar si de verdad lo buscamos con el corazón.

En nuestra vida al contemplar por alguna situación que estemos pasando, cualquier tipo de situación, si unimos los puntos en reversa, imitando la unión de puntos que cuando niño nos llevaba a descubrir un objeto que aparecía al terminar de unir los puntos, en esta ocasión al unir esos puntos en reversa, nos lleva a un punto específico donde nos damos cuenta desde cuando el momento presente forma ahora parte de un momento pasado, pero que fue necesario para llegar a ese hoy.
Todo ya existe esperando su debido momento, pero ya vino a ser en ese precioso hágase.




















RECOGIENDO LAS SOBRAS

Una parte de los evangelios que siempre cautivó mi atención, es cuando después de una de las multiplicaciones de los panes, Jesús escucha nuevamente a sus discípulos preocupados porque no habían llevado pan. Entonces detiene su camino, se da vuelta y amorosamente los amonesta haciéndoles recordar las dos ocasiones en las que multiplicó el pan y los peces y recalca, me pareció a mi, las sobras que recogieron y los canastos que llenaron con ellas. Y cuando les dice ¨…y aun no entienden…¨ me quedó como sonando ese comentario de mi Señor.

No entendemos el qué?

Y con la ayuda del Espíritu Santo cada día aprendo a entender un poco más, y qué entiendo? algunas cosas hasta ahora y las voy entendiendo de acuerdo a la voluntad de mi Señor.

1. Cuando nos estrega esa provisión lo hace después de que como Felipe nos rendimos ante Él, confesando que no sabemos lo que vamos a hacer. Y es en ese momento que Él nos enseña que Él si ya sabe lo que va a hacer, que lo sabe desde antes de mandarnos a sentar sobre pastos verdes, lo sabe porque ya lo hizo desde la eternidad y es así como sabiendo exactamente el lugar en el que nos hallamos sentados, llega hasta donde estamos con una provisión muchos más de lo que podamos desear y necesitar y después de que hemos sido saciados, nos pide que recojamos las sobras para que no se desperdicien. Toda necesidad ya fue cubierta aun cuando no existe.
2. Esa preciosa explicación ¨para que no se desperdicien¨ es una manera de decirnos, para que no se pierdan en el olvido, para llenemos el canasto de nuestro corazón con esas sobras donde hay una pedazo para cada necesidad aun cuando la necesidad ni si quiera existe. Ya fue atendida por nuestro Señor desde la eternidad, y al tener presente esas sobras sabemos que estamos cubiertos ante cualquier necesidad aunque esta no exista todavía. Recordar que esas sobras están en el canastito de nuestro corazón.
3. Entiendo que cada pedacito de esas sobras es un pedacito del Señor vivo en nuestra vida. Cada pedacito de sobra es un pedacito de Jesús con nosotros.

Cada día al recordar las sobras que están en el canastito de nuestro corazón ya hizo su trabajo de suplir cualquier necesidad.

Cada día espero entender un poquito más, y sé que será en el tiempo y a la manera de mi Dios.


































LLEVANDO LA CRUZ

No entierres ni te despidas del dolor físico de la enfermedad, ni del dolor espiritual o sentimental.
No entierres el dolor que la pérdida de un ser querido al que no pudiste pedir perdón antes de su inesperada partida o que te privaste de una entrega con amor a su servicio.
No entierres el dolor de un hijo extraviado en las malas compañías o envuelto en las garras del vicio
No entierres el recuerdo del momento en que tus hijos fueron expulsados por no poder con el pago de la mensualidad, o cuando piden un poquito más de comida y hasta el fondo de la cacerola fue raspado por el último pedazo de pan, o cuando fuertemente tocan a la puerta para gritarte el ultimátum del desalojo.
La lista es larga….muy larga y versátil, no todos tenemos el mismo talón de Aquiles y a algunos nos pincha no solo uno sino varios.
Pero nada ocurre sin que el Señor no lo permita, todo lo que llega a nuestra vida, ya pasó por sus dedos y solo lo que Él permite llega a nuestras vidas. Y si nos cuestionamos porqué lo permite, es algo que no es de nuestra incumbencia, perdemos tanto tiempo en el ¿Porqué?, que perdemos lo oportunidad de reconocer que todo tiene un propósito divino en nuestras vidas.
Gracias al Señor muchas situaciones ya pasaron, y nos preguntamos porqué aun duelen, creo que porque talvez en el momento en que atravesamos la situación no tuvimos la oportunidad de ofrecer al Señor nuestro dolor y ahora tiempo después de cualquier inconveniente que aun duele, podemos ofrecer el dolor del recuerdo. Tarde o temprano podremos llevar consuelo y solución a otros que están pasando por los mismo.
Todo en el plan de Dios tiene un motivo y una razón de ser.
No nos enfoquemos en enterrar las malas experiencias pongámoslas a los pies del Señor para su uso, ese Señor que siempre es presente, ese Señor que está en ese pasado doloroso, sabiendo que es parte de nuestro futuro que hoy es nuestro presente.
Salomón dijo en alguna parte de su libro Eclesiastés que todo lo que es ya fue, todo lo que será ya fue y que Dios repara todo.
Antes de caer en el desánimo del ¿porqué? mejor recordemos que Dios está presente en nuestro pasado, en nuestro presente y en nuestro futuro, que siempre ES, y que todo tiene un propósito divino.
















































BUSCANDOTE SEÑOR

Amadísimo Padre, guíame en este día tan hermoso que has preparado desde la eternidad a que tenga momento en los que me pueda tropezar con tigo.
Se Señor que has preparado este día con tanto amor y que está lleno de tu presencia, de tu esencia, de tu propósito y de tu voluntad, se que no puedo contemplarte en la totalidad del día, si tu presencia desbordó los límites del templo de Jerusalén cuando tu Gracia descendió sobre él, imagínate lo que sucedería en mi ser que también es templo de tu Espíritu.
Me basta recibir esos pequeños tropiezos con tigo y saber que el resto del día está lleno de ti.

ESCUCHANDO A DIOS

Muchas veces no escuchamos la voz de Dios, que nos habla con la suavidad de una brisa, en un leve murmullo, y como no lo escuchamos, pensamos que Él tampoco nos escucha.

En su libro ¨Muéstranos al Padre¨, el padre Hugo Estrada, nos muestra como en nuestro diario correr, tendemos a darle a Dios el mismo trato que le damos a una computadora: lo encendemos, le introducimos la información de lo que queremos y lo volvemos a apagar, y en repetidas ocasiones hasta llegamos a desenchufarlo.

Otras veces como Marta pensamos que obtendremos la atención de nuestro Señor por lo que hacemos, y confiando en nuestros propios criterios y ya cansados nos dirigimos a Él en son de queja.

En otras ocasiones como el profeta Elías o como Naamán, el sirio, esperamos escucharlo a través de cosas visiblemente o ruidosamente espectaculares, de a cuerdo a nuestra imaginación y Dios se hizo escuchar a través de una suave brisa en el caso del profeta y a través de una acción tan simple como le indicó a Naamán.

Ponemos más énfasis en lo que vamos a pedir, cuando sería mejor comenzar con una plática con nuestro Padre, en primer lugar reconociendo que Él tiene el poder de todo, que lo que llega a nosotros ya paso por sus manos, recordemos las oportunidades cuando actuó en situaciones muy difíciles de nuestra vida y en la vida de tantas personas que encontramos en la Biblia, el mismo Dios que actuó en el pasado es el mismo Dios de hoy y de mañana y para Él siempre es hoy, no fue ni será, es siempre hoy.

Busquemos primero al Señor, reconozcámosle que es el Dios Altísimo que lo controla todo y poco a poco lograremos ir desenvolviendo nuestra angustia y nuestro pesar ante Él.

Cuando María Magdalena buscó a su amadísimo Señor entre los muertos, afanada en verle como ella lo imaginaba, no logró reconocerle cuando se le apareció, pero en cuanto escuchó su nombre a través de aquel quien ella pensó era el jardinero del lugar, inmediatamente se postró ante Él reconociendo a su Señor.

Sigamos el ejemplos de María Magdalena y busquemos con el corazón al Señor para encontrarnos con el verdadero Señor y no con el que nos hemos auto imaginado.




























































DECIR LA VERDAD


¿Qué significa decir la verdad?
¿Será que significa que somo valientes al afrontar los hechos de alguna acción que de manera voluntaria o involuntaria no debió realizarse?
¿Será que es una forma de vida?
¿Será una enseñanza que estamos dejando a nuestros hijos?

Pues decir la verdad envuelve lo anterior y mucho más.
Al decir la verdad dejamos que el Espíritu Santo nos guie a poner nuestra confianza en el Padre, es como lo dijo toda su vida el Dr. Charles Stanley (QED), ¨Obedezca a Dios y déjele las consecuencias a Él¨.
Muchas veces cuando caemos en la telaraña de mentir, comenzando por una ¨mentirita blanca¨, lo hacemos confiando en nuestra autosuficiencia de arreglar las cosas a nuestra manera, olvidándonos que tenemos un Padre que nos escucha y no estamos pidiendo que nos guie. En lugar de hacer un paro en el camino para pedir la ayuda de Dios, continuamos con nuestro proceder, seguimos enredando la situación y luego nos paralizamos ante el miedo que sigue al ver que los acontecimiento se han desatado hacia otros rumbos. Comenzamos a ver fantasmas donde no los hay, comenzamos a extra dimensionar la situación, y lo que nos pareció la mejor salida es el chasco más grande y el disparate más estúpido por el que llegamos a optar.
Pero este miedo que se presenta al final del desastre, también es la antesala que nos lleva a mentir, porque muchas veces mentimos por miedo, y ese miedo es falta de confianza en nuestro Padre.
Confiemos en nuestro Padre quien nos ama por el simple hecho de ser quienes somos, no necesitamos de ningún mérito para recibir su amor ¨la verdad os hará libres…¨ (Jn 8,32)
Recordemos el valioso mensaje: ¨Obedezca a Dios y déjele las consecuencias a Él¨.



































CONSOLADOS

Qué nos hace llorar? Qué nos causa dolor?
La muerte de un ser querido, el hijo que ha tomado el mal camino, la hija que regresa maltratada, la ofensa y la agresión del conyugue, no poder llevar lo más básico para el sustento de nuestra familia, el ser llamado del colegio para retirar a nuestro hijo por no haber podido pagar la colegiatura, el no poder pagar los compromisos económicos………. La lista es interminable y personal, porque cada uno tiene su propia razón o razones que nos sacan lágrimas desde lo más profundo de nuestro corazón.

Aunque no entendamos y el dolor no desaparezca tan rápido como quisiéramos ante cada prueba el Señor nos da la fuerza que necesitamos para atravesarla, para esa herida, Él nos proporciona el bálsamo, sin cruz no hay resurrección.

Penas, problemas, incomodidades están en el menú de todos los días y tenemos la opción de estar parados en medio de la tormenta tomados de la mano del Señor, sabiendo que es el Dios Altísimo que tiene el control de absolutamente T O D O, que ya luchó nuestras batallas y que solo nos pide que confiemos, que esperemos, porque al recibir el consuelo que Él tiene para cada uno de nosotros, veremos como todo es para la gloria y honra de su nombre, como sucedió con la muerte de Lázaro, démosle la oportunidad a Dios de consolarnos a su manera, de resucitar ante la pronunciación de nuestro nombre que nos indica levantarnos, démosle la oportunidad de presenciar como abre las aguas del mar.
Lo primero que ante cualquier situación debemos hacer es recordar y repetirnos que DIOS TIENE EL CONTROL DE T O D O. En experiencia personal, esta declaración se ha convertido en un ancla para mi, en situaciones adversas y sin entenderlo solo comienzo a repetir esa afirmación y poco a poco esa paz que sobrepasa todo entendimiento comienza a ganar terreno sobre el miedo, la angustia y me fortalece en la espera hasta que mi amadísimo Padre se manifiesta a través de la situación. A veces lo hace de manera inmediata pero muchas veces me hace esperar un poquito, pero siempre llega.
























DICHOSO

¨DICHOSO EL HOMBRE QUE TEME AL SEÑOR, Y CUIDA DE SUS MANDAMIENTOS…….NO LE TEME A LAS MALAS NOTICIAS PORQUE SU CORAZON CONFIA EN EL…….¨

Es una parte de la Biblia se encuentra esta afirmación, pero que es temerle a Dios?
Muy sabido es en estos tiempos que ese temor no es nada más ni nada menos que amarlo y respetarlo con todo nuestro corazón, es cuidarlo como lo más preciado que tenemos, es, cuando impulsados por ese amor que tememos no hacemos cosas que lo ofenden, no lo queremos lastimar.
Temerle a Dios es siempre tener ese fuego del deseo de darle lo mejor, que nuestro día gire con el propósito de agradarlo a través de nuestras acciones. Y actuando de esta manera recibimos la bendición de la transformación en nuestro corazón fortaleciendo y estrechando la relación que tenemos con nuestro amadísimo Padre.
Llegamos a reírnos, como dice el salmo, de nuestros adversarios, nos volvemos dichosos porque nos damos cuenta de que la mala noticia recibida, ya pasó por los dedos de Dios, esa hora cero del vencimiento de un pago, del resultado de un examen de salud, de la respuesta de un hijo y tantas otras situaciones, después de tocar fondo nos encontramos con Jesús que nos toma de la mano y nos lleva a la superficie. El está en ese fondo del pozo antes de que nosotros lleguemos y al llegar vemos que nuevamente salimos a la superficie y no salimos solos, sino tomados de la misma mano que sostuvo a Pedro cuando sintió hundirse.
Sólo démosle la oportunidad a ese Dios que cuida de nosotros, que siempre tiene su mano extendida y entreguémosle esta lucha diaria para aprender cada día a mostrarle cómo nuestra confianza se afianza en ÉL.
























CUANDO TODO ES DIFICIL

Hay momentos en nuestra vida que no sentimos estancados en un desierto. No entendemos por las tribulaciones por las que estamos pasando, pero en esos momentos es bueno recordar que esas situaciones son como el esmeril que Dios utiliza para perfeccionar nuestra fe en Él, es el instrumento utilizado para alisar nuestro camino. Es la oportunidad para darnos cuenta que atravesando por todas esas situaciones, permitimos que la Gracia de Dios se manifieste en nuestras debilidades.

Cualquier situación por difícil que sea, ya pasó por los dedos de Dios antes de llegar a nosotros, por esos preciosos dedos que pertenecen al Dios que tiene el control de todo, y si Él tiene el control de todo, entonces cualquier cosa por la que atravesemos tiene un propósito divino, está llena de su voluntad, de su esencia.
Tenemos la oportunidad de entregarnos a su voluntad, no con resignación, no es el camino de aceptar esas circunstancias porque ni modo.

Cuando Jesús supo de la enfermedad de Lázaro, no atendió inmediatamente al llamado de sus hermanas, sus planes, incomprensibles en ese momento, tomarían otro camino, esa decisión de Jesús tomaría un camino eterno en el recuerdo de su estadía en esta tierra. Nosotros somos conocedores de ese actuar, esperamos lo imposible gracias a ese actuar. Esperando en Dios recibiremos respuesta que superan nuestro entendimiento y que a la vez esa situación por la que atravesamos servirá para el propósito del Señor para que llegue a otros su presencia, su majestuosidad, su poder, su amor.

Dios siempre nos escucha, toda situación en nuestra vida tiene un propósito, y si en nuestra impaciencia tomamos medidas incorrectas, solo es de volver al camino, intentarlo de nuevo, volver a tomar su mano siempre abierta para recibir la nuestra y no reprocharnos porque Él ya tiene un perfecto plan para nuestras equivocaciones.

¨Todo a su debido momento tiene su razón de ser: .