LLENANDO EL ESPACIO

En Mateo 12, 44-45 se nos narra de la situación cuando un espíritu inmundo sale del cuerpo de alguien y se va en otras búsquedas. Al no encontrar nada regresa y encuentra la casa limpia, arreglada, desocupada y esto lo incita a ir en búsqueda de otros compinches y regresar. En ese momento la situación del hombre se vuelve peor que al principio.

Gracias al Espíritu Santo, que no se cansa de mí, comprendí cómo era posible que el mal espíritu volvía al lugar del que había salido, y lo hacía con más maldad. No comprendía como si la casa estaba limpia y ordenada, el mal espíritu se volviera a acomodar. Hasta que puse atención en la palabra «vacía», «desocupada». ¿Vacía?, sí vacía, vacía de la palabra de Dios, vacía de la presencia de Dios. Entonces el remedio es llenar del alimento espiritual, de la palabra del Señor, para que al regresar ese espíritu con otros más no encuentre lugar donde habitar.

PAZ

Para alcanzar esa paz que sobrepasa todo entendimiento es necesario rendirnos a nuestro Padre, es poner en un canastito nuestra vida, nuestra mente, nuestra voluntad, nuestras emociones y ponerlo a los pies de nuestro Señor, sabiendo que Él tiene el control de absolutamente todo.

Dejemos a Dios ser Dios en nuestra vida. dejemos que tome el asiento del conductor. El sabe que es lo que está haciendo.

CICATRICES

«El pueblo, estando en el desierto como hombres libres aún conservaban el pensamiento de esclavitud. El Señor busca quitar ese pensamiento que nos liga a este mundo y nos hace cautivos. Podemos ver que los pensamientos erróneos que tenían los israelitas en ese momento son los que las personas tienen en la actualidad: ¿Qué comeremos hoy y qué vestiremos?, son esos mismos que vuelven esclavos a los hombres, buscando una provisión que Dios ya nos ha entregado. Y, así como del cielo caía maná en el desierto que sustentaba al pueblo de Israel, hoy te dice el Señor: «Yo tengo todo lo que tú necesitas».

Roberto Steven Ojeda

DANDO EL PASO HACIA ADELANTE

Amado Señor, Tú que conoces hasta lo más profundo de mi corazón, conoces mis deseos, mis anhelos, las inmundicias que guardo y el profundo amor que te tengo.
Guíame para dar ese siguiente paso que dieron Bartimeo o aquella madre sirofenicia.
Bartimeo no puso atención a las críticas, ignoró a quienes querían callarle, tanto es así que cuando mandaste por él, el primer gesto que tuvo fue despojarse de su manto, ese manto que era su protección, ese manto que lo identificaba como minusválido.
La madre sirofenicia a pesar de tu respuesta negativa, no vociferó, no se retiró, reafirmó que Tú ya lo hiciste todo y creyendo desde lo más puro de su corazón volvió a poner a tus pies la necesidad de liberación de su hija.

No resbalaron en sus limitaciones, más bien las abrazaron y las utilizaron como un trampolín para reafirmar su fe en Ti.

Gracias Señor por mis limitaciones, gracias porque en mi debilidad se manifiesta tu grandeza!!

TENTACIONES

Rick Warren, pastor bautista, dijo que ya que Dios quiere moldearnos conforme a Jesús, nos llevará por las mismas vivencias que Él tuvo, incluyendo soledad, tentaciones, estrés, críticas, rechazo y más.

La tentación siempre será parte de nuestra vida, es un enfrentamiento de cada día y la clave está no en librarnos de ella. sino en enfrentarla y ganar cada día la victoria, aun cuando se repita cada día.

Todos somos tentados de manera muy personalizada, puede ser la misma tentación por la que atravesamos con otros aunque diferente intensidad, diferente frecuencia y ante cada tentación, Dios ya nos proveyó con una salida en cuanto aparezca esa salida hagamos lo que nos toca corriendo hacia ella, no esperemos que ella se acerque a nosotros. Enfrentar la tentación es un camino de doble vía entre lo que Dios no ofrece y lo que nos toca hacer.

Pensemos antes de actuar y no confiemos en nuestro propio entendimiento pensando que no caeremos, porque cuando nos creemos firmes es cuando somos más vulnerables.

Ayúdame Señor a estar atenta a las salidas que me ofreces y dame la firmeza de tomarlas antes de caer.














LENGUA

«Así también la lengua es algo pequeño, pero puede mucho; aquí tienen una llama que devora bosques. La lengua es un fuego, y es un mundo de maldad; el fuego del infierno se mete en ella y lo transmite a toda nuestra vida.

Animales salvajes y pájaros, reptiles y animales marinos de toda clase han sido y de hecho son dominados por la raza humana. Pero nadie ha sido capaz de dominar la lengua. Es un azote que no se puede detener, un derrame de veneno mortal.

Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre y con ella maldecimos a los hombres, hechos a imagen de Dios». Sa 3, 5-9

Es de todos conocida la afirmación que dice que las palabras hieren más que las acciones.
Cuando leí el versículo anterior, ví la pequeñez de todos nosotros cuando no logramos dominar algo tan pequeño como es la lengua, algo que está con nosotros desde nuestro nacimiento, algo que ha caminado con nosotros y que día a día hemos permitido que se convierta en un monstruo que se fortalece al no poder controlar sus acciones.

Esta lengua no dominada es un animal salvaje, que desesperadamente sale al exterior en cuanto tiene oportunidad y lo hace para seguir alimentándose con comentarios mal intencionados, comentarios maliciosos y con el principal ingrediente de herir a otros.

Ayúdanos Señor a que estos comentarios tomen un giro para agradecer, edificar fortalecer a nuestros hermanos.

LIMITACIONES

Cuando pienso en alguna situación o condición que para mí es una limitante, sea física, mental, de incompetencia, conocimiento….cualquier forma de limitación veo, hoy, que lo que era una queja, un lamento se ha transformado en una alabanza, cuando gracias al Espíritu Santo, que no se cansa de mí, llegué a comprender que una limitación no es una pared que me impide seguir adelante, no es una viga sobre mí que no me deja avanzar, he comprendido que es una cerca para que no pierda el rumbo, el camino que Dios tiene para mí.

Me gusta mucho relacionar esta situación, como muchas otras, con mi padecimiento de diabetes, que me limita en los alimentos que he de ingerir, siendo amante de lo dulce y los carbohidratos, teniendo tendencias a la glotonería hasta caer algunas veces en la gula, me doy cuenta que esta lucha para no caer es una oportunidad para resistir y permitir que mi músculo del dominio propio se fortalezca, es dejar que alrededor de mi debilidad se forme un callo ante los antojos y los deseos. Vivo en carne propia la promesa del Señor de que trabaja todo en conjunto y de que todo obra para mi bien.

¿MUCHAS GRACIAS MI AMADO SEÑOR!


















CELEBRANDO

Lo que a continuación deseo compartir, así como en otras ocasiones, es algo que leí, es algo que el Espíritu Santo puso ante mí:

«El primer milagro de Jesús, fue en una fiesta: transformar el agua en vino, en la celebración de una boda. ¿Quién hace eso? Un Dios que no solo quiere salvarte….sino enseñarte a celebrar.

Jesús, tú no viniste solo a arreglarme, sino a habitar conmigo. Hazme consciente de tu presencia en cada parte de mi día. Aun en lo cotidiano, haz milagros que solo Tú puedes hacer.»

VACIOS

Al meditar en el primer misterio de Gloria del Santísimo Rosario, gracias a la guía del Espíritu Santo, que no se cansa de mí, dirijo mi atención a un adjetivo que se repite: V A C I O

Horas antes una guardia de seguridad fue disposicionada frente a la entrada de la tumba para impedir un posible robo del cuerpo del Señor Jesús, ¿que fue de ellos?, cuando María Magdalena fue al amanecer, se encontró con una entrada sin guardia, sin vigilancia, una entrada v a c í a

Luego está la mismísima entrada: v a c í a, sin la roca que había sido colocada y sellada impidiendo el acceso o salida a la tumba.

Y en el interior, estaban los lienzos con los que el preciosísimo cuerpo del Señor había sido envuelto, el sudario que había sido colocado alrededor de su cabeza, y ¿cómo fueron encontrados? v a c í o s.

No se cuantos otros vacíos se puedan seguir remembrando, pero ¿qué prueba, se necesita seguir buscando, no para creer en la resurrección del Señor, sino para seguir negándola.

No nos cansemos buscando donde no hay y llenémonos de lo que sí hay.
























SIENDO ENCONTRADA

Hay tres hermosas parábolas que cuenta Jesús, y las tres tienen un común denominador: algo está perdido.

– La oveja perdida.
– La moneda perdida.
– El hijo pródigo.

En las tres circunstancias las tres cosas fueron encontradas, fueron buscadas, fueron esperadas, no aparecieron, sino más bien fueron buscadas y encontradas.
En cada ocasión hay una búsqueda de lo que está perdido: el pastor busca su oveja, la mujer busca la moneda y el padre sale al encuentro de su hijo antes de que este encuentre el camino correcto.

Ayúdame Señor a recordar las palabras que un día me hiciste llegar a través de Moisés y que cada día me recuerdan de no temer y permanecer firme para verte actuando en mi día a día, ayúdame a no adelantarme a tus planes y esperar ser encontrada, y que por favor que en esa espera tenga la oportunidad de servirte sirviendo a mis hermanos con amor.