CUANDO EL MAR NO OFRECE SALIDA

Cuando pienso en lo que Israel pudo sentir al encontrarse frente a la inmensidad del mar y el ejercito egipcio en la retaguardia, es algo que no puedo imaginar, pero lo peor estaba por venir.
Dios intervino abriendo las aguas y permitiendo que su amado pueblo atravesara sobre tierra seca, también me gusta imaginar la paz y el gozo que experimentaron. Por fin libres, por fin fuera del alcance del enemigo.
Pero….Egipto también comenzó a cruzar en medio del mar, no parecía haber algo que los pudiera detener, eran los invencibles.
Pero en un instante en el momento exacto fueron sometidos a las profundidades del océano. Una vez mas Dios abría una puerta donde no había salida, una vez mas mostrando su eterno y poderoso control sobre todo, en un instante se hizo presente.
Muchas veces ante las adversidades, aflicción, pruebas, dificultades por las que me ha tocado pasar, las palabras que Dios envió a Israel a través de Moisés, se ha vuelto un escudo, un ancla para mi. ¨no teman y permanezcan firmes y verán la obra de Dios, como El los rescata hoy y a esos egipcios que hoy ven no volverán a verlos nunca mas. Dios peleara por ustedes y ustedes solamente miraran¨.
He visto egipcios caer a las profundidades del mar, otros que ha aparecido pero el Espíritu de mi Señor me recuerda que ya yacen en las profundidades del mar. Dios ya peleo todas y cada una de mis batallas y si permite que las experimenté es porque son una hermosa oportunidad de ver a este Dios vivo, Omnisciente, Omnipresente y Omnipotente, pelear por mi. Así tengo la oportunidad de sacudir el polvo de mi fe y recibir mi vitamina.

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