«Cuando caminamos con el Señor,
a la luz de su palabra
¡qué Gloria derrama en nuestro camino!
Mientras cumplimos su buena voluntad,
Él permanece con nosotros
y con todos los que confían y obedecen
Confía y obedece, porque no hay otra manera
de ser felíz en Jesús, sino confiar y obedecer.
No es una carga que llevamos
ni una pena que compartimos,
sino que Él nos recompensa con creces;
no es ni una pena ni una pérdida,
ni un ceño fruncido ni una cruz,
sino una bendición si confiamos y obedecemos.
Confía y obedece, porque no hay otra manera
de ser felíz en Jesús, sino confiar y obedecer.
Pero nunca podremos comprobar
los deleites de su amor
hasta que lo pongamos todo en el Altar;
porque el favor que muestra,
el gozo que concede,
son para quienes confían y obedecen.
Confía y obedece, porque no hay otra manera
de ser felíz en Jesús, sino confiar y obedecer.
Entonces en dulce comunión,
nos sentaremos a sus pies,
o caminaremos a su lado en el camino;
lo que Él dice haremos,
a donde Él nos envíe iremos;
nunca temamos, solo confiemos y obedezcamos.
Confía y obedece, porque no hay otra manera
de ser felíz en Jesús, sino confiar y obedecer.
