«Más son las tentaciones muchas veces utilísima al hombre aunque sean graves y pesadas, porque en ellas es un humillado, purificado y enseñado.
…..Muchos quieren huir de las tentaciones, y caen en ellas más gravemente, no se puede vencer con solo huir. Con la paciencia y la humildad nos hacemos más fuertes que todos los enemigos.
…. Debemos pues velar, principalmente al principio de la tentación, porque entonces más fácilmente es vencido el enemigo, cuando no le dejamos pasar de la puerta del alma, y se le resiste al umbral».
SANTO TOMAS DE KEMPIS