Cuando pienso que tenemos dos intercesores, qué digo, los dos Super Intercesores, más puros y poderosos que podamos alguna vez tener que constantemente están intercediendo por nosotros ante nuestro amado Padre Celestial: JESÚS y EL ESPÍERITU SANTO.
Pienso en JESÚS que en su eterna humanidad que está sentado a la derecha de Dios, celebrando su eterno triunfo sobre el pecado y la muerte y al mismo tiempo intercediendo por nosotros, me gusta imaginármelo que colocando su mano, talvez sobre la rodilla de Dios, transmite de la manera más pura y exacta por lo que humanamente estamos pasando, permitiendo al Padre sentir de la manera más exacta lo que aflige nuestra alma, lo que aprieta nuestro corazón, el sentir de nuestros anhelos y deseos más profundos, así también nuestro agradecimiento ante toda oportunidad que se nos presente, transmite nuestra alegría, nuestros logros…..tantos acontecimientos que como humanos pasamos cada momento del día.
En cuanto al Santísimo ESPIRITU SANTO, intercede con sonidos indecibles, porque Él conoce lo que hay en nuestro Espíritu, porque sabe los deseos que ni nosotros sabemos que tenemos, porque como dice en la Palabra del Señor, no sabemos cómo pedir. Porque presenta al Padre todo aquello que no puede ser presentado en lenguaje humano.
Qué grande eres amadísimo Padre que te interesas y nos amas tanto que siendo El Dios Altísimo Todo Poderoso absorbes nuestra humanidad a través de tu Amadísimo Hijo y recibes nuestro Espíritu a través del Espíritu Santo.
MUCHAS GRACIAS!!!!!!!!