ORACIONES

Al comenzar a comprender el inmenso amor que Dios siente por todos y de manera muy personal por cada uno de nosotros, medito en el deseo de Dios de comunicarse con nosotros, a demás de que Jesús junto con el Espíritu Santo interceden por nosotros, Él nos da la libertad de expresarnos a nuestra manera.

Pienso en muchas maneras en que nos hemos acercado al Padre a través de la oración, desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, aparecen tantas formas de oración, unas llenas de alabanzas, otras exaltando su Omnipresencia, su Omnisciencia, su Omnipotencia, unas han sido un lamento y en ocasiones un clamor pidiendo ayuda.
En fin, hay una oración para cada situación y para cada uno de nosotros. Y creo que es con el fin de decirnos que no necesitamos más que acercarnos y derramar nuestros corazones ante Él, que sabe lo que vamos a pedir mucho antes de que lo hagamos. Pero al permitirnos presentar nuestras oraciones, nos da la oportunidad de acercarnos a Él de manera personal, es mostrarnos que podemos contar con Él siempre.

Permíteme mi Señor seguir acercándome a Ti, y que sin dejar de alabarte poder ser tan directa y honesta como aquel ciego al que preguntaste «¿Qué deseas? en su sencillez respondió «¡Que vea Señor!

Gracias Señor!














Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *