«La paciencia no es una simple espera pasiva o una gentil tolerancia. No es sinónimo de pasividad, insensibilidad o indolencia. La paciencia no es reactiva ni pasiva, es proactiva y a la vez expectante. Es fuerza concentrada, y no un simple esperar estoico»
«Cómo podemos esperar:
– Esperar con una razonable esperanza y expectativa de recompensa.
– Esperar trabajando todo el tiempo.
– Esperar con la mirada puesta en Dios, por cosas que no dependen de nosotros.
– Esperar respetando las leyes naturales.
– Esperar con fe a pesar de las circunstancias cambiantes y de las muchas incertidumbres».
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