«Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre la naciones; enaltecido seré en la tierra». Sl 46, 10
Para estar quietos, debemos entender:
1. Si creemos que Dios está en control, entonces también debemos creer que Él ha permitido
que esos hechos ocurran.
2. Hay un propósito detrás de nuestras pruebas, aun cuando la vida parezca confusa y sin
esperanza. El Señor no permitirá que nos sobrevengan dificultades sin una buena razón.
3. Ya que hay un propósito para nuestras dificultades, tienen un potencial de ser vistas como
algo positivo en el futuro.
Dr. CHARLES STANLEY.
Soy una persona que padece de diabetes, y antes de padecerla, pensaba y decía»si algún día me diagnostican con diabetes, seguramente me muero….» porque he sido una persona adicta al azúcar, a los carbohidratos y he comido hasta hartarme, desde que amanecía y abría mis ojos iniciaba mi día con pura azúcar hasta terminar mi día.
Hoy después de vivir alrededor de tres años y medio con este padecimiento, he aprendido como siendo una enfermedad, es una verdadera bendición.
Tengo la oportunidad cada día de ofrecer los achaques físicos y mentales que atravieso con esta enfermedad, tengo la oportunidad de ir conociendo a Dios como en realidad Él es y no como yo lo había auto fabricado, tengo la alegría de poner a su disposición los malestares y darles la utilidad de ofrecerlos por la salvación de las ánimas del purgatorio, de las almas pecadoras, de las almitas olvidadas; y aprendiendo a identificarme con mis hermanos que son presa de las fortalezas demoníacas de la glotonería y de la gula, incluyéndome también.
Estoy viviendo en mi carne lo que en una ocasión Job dijo: «nos enfrenta a lo que más tememos…», y estando en esta situación ¿qué es lo que descubro? que aquí está el Señor para darme la fuerza que necesito.
Le doy gracias cada día porque puso sus ojos en mi carne para llevar esta enfermedad y con la guía del Espíritu Santo, me considero una persona sana, que necesito llevar esta enfermedad para que mi carne sea una constante oración y alabanza para mi Señor.
En este caminar, voy recibiendo tantas revelaciones y momentos de la presencia de mi Padre que si no la padeciera, no habría tenido la oportunidad de acercarme más a Él.
Ayúdame Señor a seguir descubriéndote hasta en los momentos que no entiendo, que me afligen, que alteran la estabilidad de mi día.
Gracias mi amadísimo Señor!!!!!
Cuando pienso en el cuarto misterio de Gozo del Santísimo Rosario, en algunas ocasiones mi atención se enfoca en partes que habían pasado ante mis ojos sin poner atención; hoy me he enfocado en el momento en que Simeón toma al Niñito Jesús en sus brazos, en el día en que es presentado en el templo.
Agradece a Dios el haber visto realizada la promesa de que no moriría sin antes conocer al Salvador del Mundo y en su momento de gozo, le dice a la Santísima Virgen María que una espada atravesaría su corazón, tanto ella como San José al escuchar aquella profecía, seguramente sintieron como su alma se llenaba de angustia, como su corazón se apretaba ante tal noticia. ¿Cómo era posible que ante tanta alegría, se hubiera producido una noticia que los llenó de incertidumbre?
Hay una hermosa enseñanza, un propósito divino, como en todo lo que acontece, he aprendido a que pese a cualquier circunstancia que nos rodee, sólo debemos confiar, estoy segura que ellos no permitieron que ese anuncio, estorbara en el gozo de ser una familia, recibiendo y gozando de las bendiciones de compartir y disfrutar lo que Dios tenía para ellos en cada día de sus vidas. Fue un anuncio revelado con tanta anticipación, como para volverse locos, esperando cada día lo que estaba por pasar, sin embargo cubiertos con el poder del Espíritu Santo, gozaron de su vida familiar.
Ayúdamos amado Señor, a confiar en Tí, sabiendo que eres el Dios quien tiene el control de todo, quien trabaja todo en conjunto para nuestro bien.
Muchas gracias amadísimo Padre!!!!!!.
En un versículo de la biblia, el Señor nos instruye que no hay que decir, ¿Porqué esto?, ¿Porqué aquello?, esto es bueno, esto es malo porque todo en su momento tiene su razón de ser.
Hay tantos encuentros con situaciones verdaderamente difíciles en nuestro caminar, así como también el toparnos con personas que nos hacen la vida de cuadritos, no sabemos lo que los lleva a actuar de determinadas maneras con nosotros, muchas veces ni los conocemos, no presentamos ningún tipo de peligro en su desarrollo principalmente en el trabajo. Sin ningún motivo nos ponen la viñeta de «cuidado», de «haga lo posible por deshacerse de esta persona», nos etiquetan como alguien de quien tienen que alejarse pero sobre todo la etiqueta de «hay que hacer daño a esta persona».
En una situación en mi trabajo, del cual fui despedida, valga la aclaración, al irme dando cuenta de los acontecimientos pude vislumbrar hacia donde iba la situación y en varias ocasiones tube la intención de desenmascarar a los entonces mis enemigos. Pero gracias al Espíritu Santo que es un murmullo constante en mi, obedecí a su «no te muevas, no hagas nada», y sin entenderlo así fue llegando a la culminación de la situación cuando recibí la noticia de la suspensión de mi trabajo. No pienso entrar en mayores detalles porque lo que deseo recalcar, que lo que en un momento fue un baldazo de agua helada, hoy me permite de disfrutar la enorme bendición de haber recibido una provisión económica que el Señor hizo llegar a mí de manera sorprendente y que jamás hubiera podido imaginar, pero además de eso hoy gozo de esa paz que sobrepasa todo entendimiento y que guarda mi corazón y mi mente en Cristo Jesús, estoy aprendiendo a agradecer por mis limitaciones y mis debilidades a través que las cuales se manifiesta la grandeza de mi Señor.
Entonces recuerdo cómo las malas intenciones de aquel emperador romano que hizo que cada israelita se presentara en su pueblo natal para empadronarse, ¿con qué objetivo emitió este decreto? no lo sabemos a ciencia cierta pero seguramente fue movido con el deseo de enriquecer sus arcas con más impuestos……por lo que lo haya motivado el meollo del asunto hoy somos salvos gracias a que se cumplió una de tantas profecías que anunciaron el nacimiento en Belén de nuestro Señor Jesucristo; y es que Dios utiliza hasta el mal para sus propósitos, Él tiene el absoluto control de todo, trabaja todo en conjunto para nuestro bien, porque por eso nos dice que todo en su debido momento tiene su razón de ser.
GRACIAS AMADO PADRE
Cuando medito en el cuarto misterio de Dolor del Santísimo Rosario, a veces me detengo a imaginar a mi Señor en su largo camino hacia el Gólgota cargando aquel madero inmensamente pesado en forma de cruz, con todas nuestras actas de liberación.
Pienso en primer lugar que tomó ese camino para permitirle al pecado irse adhiriendo a su humanidad, ese pecado que en la fuerza de su horror lo hizo tropezar y caer varias veces debido al peso de su horror.
En todas esas caídas se levantó, dándome el ánimo de levantarme en mis caídas, y como especial enseñanza, en una de sus caídas, aceptó la ayuda de Simón de Cirene, lo que incrementó las burlas y los señalamientos, pero me enseñó a ser humilde y aceptar la ayuda de tantos cirineos que están en nuestro camino y a ser el cirineo en el camino de alguien más.
Hoy por ejemplo estoy aprendiendo a aceptar la valiosa ayuda de mi esposo, quien atiende cosas que yo antes atendía, y si al principio me costó hacerme a este ritmo de vida, hoy lo aprecio muchísimo porque sé que es Dios quien dispone esos cirineos en nuestro diario caminar. Qué estúpidamente soberbia he sido diciendo «no gracias, aquí puedo», y aunque así fuera no pienso seguir quitándole la oportunidad a los cirineos que mi Señor me presenta.
Cuando al leer las Sagradas Escrituras, algunas veces pienso en todas aquellas personas que siguieron a Jesús, que se entregaron sin pensar en consecuencias o trabajos que tendrían que atravesar, pienso en todos esos mártires que atravesaron suplicios llegando en muchos momento a la muerte.
Entonces le doy gracias al Señor porque como dice en su Palabra, diseñó un lugar y escogió con exactitud nuestro tiempo de habitar esta tierra, le doy gracias porque muchas veces me he preguntado si habría creído que Jesús era el verdadero Mesías? o me habría ofendido por sus enseñanzas, siendo de los que lo insultaban, lanzaban piedras, lo escupían? Habría tenido el valor de renunciar ante la insinuación de renegar de mi fe ante la amenaza de una muerte?
No lo sé…..pero Él sí lo sabe, lo ha sabido desde la eternidad, supo el momento y el lugar en el que yo estaría presente en esta tierra, y no dejo de agradecer su infinito amor y su eterna misericordia que es nueva cada día.
Gracias Señor por estar pendiente en cada momento de nuestro caminar, por caminar con nosotros, por conocer nuestras limitaciones y por manifestar tu Grandeza en nuestras debilidades y darnos la oportunidad de seguirte.
Cada uno de nosotros somos perseguidos cada día, y no necesariamente de manera física, somos perseguidos a través de nuestras tentaciones, de nuestros pensamientos, de nuestro malos deseos… somos bendecidos a través de estas persecuciones porque tenemos la oportunidad de tomar nuestra cruz, abrazala y así heredaremos el reino de Dios Lc 14, 25-27.
Somos bendecidos por ser perseguidos por buscar la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos, Mt 5, 10
«Apártate de mi malvado engañador, no tendrás parte alguna de mi, porque Jesús estará con migo como invencible capitán y tú quedarás confuso. Más quiero morir y sufrir cualquier pena, que consentir con tigo. Calla y enmudece; no te oiré más aunque más me importunes. El Señor es mi luz y mi salud. ¿A quién temeré? Aunque se ponga ante mi un ejército, no temerá mi corazón, el Señor es mi ayudador y mi redentor.
Otras veces conviene usar la fuerza y contradecir varonilmente el apetito sensitivo, y no cuidar de lo que la carne quiere o no quiere, sino trabajar sobre todo porque esté sujeta al espíritu
aunque le pese. y debe ser castigada y enfrentada hasta que esté pronta para todo lo bueno, y aprenda a contentarse con poco, holgarse con lo sencillo y no murmurar contra cosa alguna que le fuere amarga».
Santo TOMAS DE KEMPIS , «IMITACIÓN DE CRISTO».
Muchas veces impulsados por la búsqueda de un mejor lugar para vivir, levantamos velas y dirigimos nuestra barca hacia otros rumbos.
No considero esta opción como algo malo, más bien en su mayoría pienso que es un impulso por darle una mejor vida a nuestros seres queridos o porque necesitamos alejarnos del peligro alrededor nuestro.
Lo triste es que muchas veces tomamos esta decisión sin consultar antes con el Padre cómo debemos proceder, escuchamos consejos de amigos, de otros que no son tan amigos, pero pululamos de un lugar a otro esperando la aprobación de lo que deseamos hacer y por último decidimos confiar en el Señor.
En el primer capítulo de la carta hacia los Filipenses, después del saludo tan afectuoso de San Pablo, él les comunica cómo a pesar de permanecer en prisión, atado veinticuatro horas a un guardia, el Evangelio seguía creciendo.
Pienso que talvez pudo haber pedido ser trasladado de lugar, o puesto bajo otras condiciones de encarcelamiento, no lo sé, sólo sé que no pidió ser movido de donde estaba, y estando donde estaba bajo las condiciones en las que se encontraba, se desarrolló la oportunidad de:
1. El evangelio progresaba con todo lo que le sucedía Fil 1, 12
2. Todos los del palacio y los de afuera llegaron a saber que estaba encadenado por el
Cristo. Fil 1, 13
3. Debido a su condición de preso otros se atrevieron a proclamar más abiertamente la
Palabra. Fil 1, 14
4. Otros con la intención de hacer más amarga su estadía en la cárcel, se ponían a anunciar
a Cristo. Fil 1, 17
Y todo gracias a que San Pablo no pidió ser aliviado en su encarcelamiento, se aferró al inmenso amor que sentía por Cristo, siguió donde tenía que estar según los planes del Señor y no se desgastó tratando de buscar horizontes falsos.
Al comenzar a comprender el inmenso amor que Dios siente por todos y de manera muy personal por cada uno de nosotros, medito en el deseo de Dios de comunicarse con nosotros, a demás de que Jesús junto con el Espíritu Santo interceden por nosotros, Él nos da la libertad de expresarnos a nuestra manera.
Pienso en muchas maneras en que nos hemos acercado al Padre a través de la oración, desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, aparecen tantas formas de oración, unas llenas de alabanzas, otras exaltando su Omnipresencia, su Omnisciencia, su Omnipotencia, unas han sido un lamento y en ocasiones un clamor pidiendo ayuda.
En fin, hay una oración para cada situación y para cada uno de nosotros. Y creo que es con el fin de decirnos que no necesitamos más que acercarnos y derramar nuestros corazones ante Él, que sabe lo que vamos a pedir mucho antes de que lo hagamos. Pero al permitirnos presentar nuestras oraciones, nos da la oportunidad de acercarnos a Él de manera personal, es mostrarnos que podemos contar con Él siempre.
Permíteme mi Señor seguir acercándome a Ti, y que sin dejar de alabarte poder ser tan directa y honesta como aquel ciego al que preguntaste «¿Qué deseas? en su sencillez respondió «¡Que vea Señor!
Gracias Señor!