PUESTA A PRUEBA

Atendiendo las indicaciones de mi amado Señor Espíritu Santo, cada vez que me toca pasar por alguna prueba, dificultad, situación que no me gusta, situación que me cause dolor, angustia o ansiedad, dirijo mi mirada hacia ese reflector que el Espíritu Santo dirige a recordarme lo que en la epístola de Santiago dice «Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a toda clase de pruebas. Pues ya saben que cuando su fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con fortaleza el sufrimiento» Santiago 1, 2-3

Entonces, pienso, si soporto el cansancio físico en un día de entreno, si soporto el dolor muscular que experimento al incrementar el ejercicio, si camino cuanto tenga que caminar con la molestia de utilizar el calzado inadecuado, sólo para satisfacer mi vanidad, si soporto la inclemencia de utilizar una faja con el propósito de esconder los rollos de carne y verme más presentable…… cómo, entonces, no soportar esos momentos de prueba, que lo que están haciendo es fortaleciendo mi espíritu contra la debilidad de la carne. Es cuando después haber resistido con del Espíritu Santo, puedo experimentar ese gozo de haber completado la victoria de ese día.

Ayúdame amado Señor a recordar que estás conmigo atravesando cualquier prueba y que al terminar cruzas la meta de la victoria junto a mí.

¡GRACIAS AMADO PADRE!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *