SIENDO BENDECIDA EN LA ENFERMEDAD

Cuando fui diagnosticada con diabetes 2, lo primero que vino a mi mente, y siendo adicta a todo lo dulce, fue la cantidad de veces que dije ¨si llegara a padecer diabetes…..me muero….¨
Heme aquí a tres años de este diagnostico, con la oportunidad cada día de servirle al Señor a través de esta enfermedad. Una enfermedad que se ha convertido en una bendición. El Señor en su inmenso amor e infinita misericordia que es nueva cada día, me ha llevado a comprender que cada situación que tengo que atravesar, desde un sobresalto por el alto nivel en la medición de la glucosa, la decepción porque no era el nivel que esperaba, los malestares producidos por los medicamentos, las luchas con las tentaciones de los dulces o el tener que controlar los tamaños de porción de los alimentos, cada situación son oportunidades de poner este cuerpo físico para que estos achaques tengan el hermoso propósito de llevarlos y ofrecerlos por las almas pecadoras, por las animas del purgatorio. No le temamos a los diagnósticos, a los achaques, aprendamos como san Pablo a ser inmensamente feliz padeciendo por amor.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *