UNA ESCALERA

«Cada vez que oramos se abre una escalera entre nuestro corazón y el cielo, cada palabra que susurramos sube, y la Gracia que necesitamos baja; nuestra alabanza sube, su paz desciende; nuestras preguntas suben, su Sabiduría desciende: nuestra hambre sube, su Espíritu nos sacia.

La oración no es una calle de un solo sentido, es un intercambio sagrado. No subimos solos, Dios es la escalera».

Publicado en UN MILAGRO CADA DIA por Eric Célérier fragmento extraído del capítulo 20 de CONVIERTETE EN UNA CASA DE ORACION.

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